Cada vez soy más receptiva a las relaciones de pareja, especialmente a los matrimonios...y específicamente hoy que asistí a una plática de la escuela de uno de mis hijos, me quedé con tanta información y ...con tanto asombro que no pude evitar venir y descargar todo lo que veo, escucho, pienso y creo al respecto después de haberlo vivido de diferentes personas a mi alrededor.
¿Qué me sorprendió? un sin fin de cosas...muchísimas de ellas muy tristes. Conforme iba avanzando la exposición me puse a observar muchas caras, muchas actitudes, mucho...lenguaje corporal. Entre más avanzábamos más sentía la necesidad de levantar la mano y ayudar o dar algún consejo a la persona que exponía o preguntaba algo al respecto del tema que se estaba abordando pero...al mismo tiempo me sentía mal de sinceramente no encajar en ninguno de los casos que mencionaron a lo largo de la plática, es más, todos me parecían demasiado ajenos a una relación de pareja- matrimonio; incluso, ajena a una plática entre amigos cercanos.
Y es que...no se me hace posible que establecer un espacio para la pareja sea tan complicado cuando tienes hijos.
Sé que es algo en lo que insisto mucho y lo seguiré haciendo, porque un hijo o varios hijos no afectan la relación de pareja si es que en realidad hay una relación de pareja antes y durante. El tener hijos, con ayuda o sin ayuda de quien pueda apoyar a cuidarlos por un determinado tiempo no influye en eso. Ni siquiera el trabajo lo hace. Hay prioridades y parece que no las establecemos desde el principio. Para mí no hay excusa válida no compartir con tu pareja por exceso de trabajo o tiempo, y mira que sé de eso.
Lo que sucede es que nos dejamos comer por la rutina y entonces cambiamos las prioridades a trabajo sobre todo lo demás. PERO si eso sucede es porque del otro lado algo no está pasando, no estamos haciendo nada para en realidad empujar a que el otro no se pierda. NO HAY empatía, hay un 'me es indiferente' si esto o aquello. Y si eso sucede entonces creo que el término pareja no existe o no existe más.
Y sé que estoy siendo dura en esto pero es que es no encuentro otra manera de decirlo cuando hoy vi caras desencajadas por esto, cuando no me 'cabe en la cabeza' que no podamos tener relaciones de pareja-matrimonio sanas en pleno siglo XXI. Y no porque todo debe ser perfecto, pero con tanta diversidad, apertura, etc. hoy en día, me niego a creer que aún somos de la idea de: Uno se casa para siempre y pues solo sobrellevas lo que se puede. ¿En serio? ¿A costa de uno mismo? Wow. Disculpen, pero no, así no es.
No concibo cómo permitimos que esto suceda y que no podamos compartir con nuestra pareja cosas tan básicas como el día a día en el trabajo, en la casa. Tomar el tiempo de convivir unos minutos y tener al menos unas sonrisas juntos, un beso, un abrazo o platicar de algo en lo que ambos puedan sentirse aliviados o apoyados si es que hubo algo de estrés en el día.
Muchos temas que tratar al respecto, muchas cosas que destapar, muchas otras que reavivar y unas más que descubrir. Creo que próximamente escribiré un post por cada uno de los temas que me llamaron la atención.
Mientras tanto por favor piensa que:
Mientras tanto por favor piensa que:
El matrimonio es una complicidad, tu pareja es la persona que elegiste para "teóricamente" pasar el resto de tu vida, ¿por qué entonces nos tratamos como extraños?. No dejes que la rutina y la indiferencia te coman y se lleven contigo la felicidad de una pareja-matrimonio a algo que no es, algo sin vida, sin amor, sin pasión, que te quita energía y no te hace feliz.
Retoma ese amor, esa locura, esa chispa y dale la vuelta a la apatía y el estrés. Vuelve a sentirte vivo, querido, apoyado, amado, ... FELIZ.