Jan 25, 2017

Soy migrante y soy feliz

Y es que hoy parece estar de moda ser migrante. Especialmente en Estados Unidos con todos los cambios que se han vivido estos últimos años y las discusiones alrededor de si este país es blanco, oscuro o de colores.
Gente preocupada por color, raza, religión, sexualidad; cuando debería estar preocupada por corazones, sentimientos y acciones.
Así está en general el mundo pues Estados Unidos ha desatado una guerra de opiniones en lo que va del último año con todo el tema de sus elecciones presidenciales. De todas partes del mundo hemos visto/leído opiniones diversas en contra o a favor de; marchas, tuits, publicaciones aquí y allá.
Quizá hay algo que se pudiera rescatar de todo esto y es nuestra integración mundial por el interés general de todo el mundo(y literal todo el mundo) alrededor de todos los temas sensibles que han sido tocados durante este año que ha sido des-gastante para muchos de nosotros. Ida y vuelta en opiniones, cambios de parecer, nuevas acciones, retroceso, avances, emociones a flor de piel, etc. 
Al final del día no hay una persona des-informada(mal-informada tal vez, pero no sin saber que algo está sucediendo y tener los generales de ello), que no sepa de qué se habla y/o ¿por qué?
Y del migrante...Pues nada...Se dice todo y se dice nada. Se "entrelee" de todo, se entiende nada. Sobretodo cuando nunca se ha migrado de su país natal. Las cosas se ven tan tan ajenas.
Ser migrante no es cosa fácil, hay que desprenderse y soltarse, sí, así como leemos en publicaciones o imágenes en donde te dicen que debes soltar las cosas para avanzar y que muchas veces las ponemos como ejemplo de frases motivadoras pensando que éstas provocarán una acción inmediata a nuestras acciones tardías/añejas. Así hay que soltar, pero soltar de verdad. Y eso no significa no mirar atrás, sino al contrario, mirar y mirar muy bien para saber por qué te estás yendo, por qué estás huyendo, o por qué estás emocionado de vivir otras cosas. Soltar para ver y tener presente todos los días que te fuiste por una razón. Que aunque extrañes como nunca ese pasado lleno de memorias coloridas(alegres y/o tristes) has decidido moverte para vivir cosas nuevas, para enfrentarte a un mundo de retos que quizá no tenías por qué porque la comodidad de donde estabas era buena, porque ¿por qué se mueve alguien que está bien?, porque la comodidad y el confort y seguridad que te daba estar ahí era algo que ya te abrumaba y te empujaba a conquistar nuevos caminos, porque qué tal mal podría irte si ya  habías vivido de todo. Y es que migrar es un reto, pero no cualquier reto, no como esos que hoy en día vemos circular en Facebook de publicar imágenes durante unos días o de contestar preguntas como chismógrafo de los 80's. Este es un reto constante, de sobrevivir. Y no de sobrevivir a lo demás, sino de sobrevivir a ti mismo, a tus temores, a tus demonios, a tus inseguridades más profundas cuando te das cuenta de que lo que ayer tenías hoy se ha vuelto nada. Hoy no tienes nada y lo tienes todo. Tú. 
Te descubres, te conoces de verdad, te reinventas, te liberas y enriqueces al lugar a donde llegaste. Aportas, sumas, te integras...Perteneces...
Mi respeto en igualdad a todos aquellos que han dejado su país y migrado a otro lugar en busca de "ese algo" que les hacía falta en su país natal. Sea lo que sea "ese algo" que para cada uno de nosotros puede ser...lo que sea...