Y así es como de repente comenzamos a hacer cosas que anteriormente nunca hubiéramos imaginado...
Como dicen por ahí "la vida da tantas vueltas" que en una de tantas me quedé ...me estacioné no sólo para mirarla, observarla y platicarla; si no también para vivirla, disfrutarla y comentarla de mano de los actores que están alrededor viviendo conmigo este episodio. Podría decir aventura, pero esto aún no termina y no estoy segura de cómo será ni qué pasará mañana, así que he decidido llamarlo simplemente un episodio más de una vida agitada, vida que hoy he decidido disfrutar así como llegó y en el momento en el que decidí "subirme y tomar ese tren" que no sé cuándo parará si es que lo hace y cuándo y cómo lo hará.
Hoy veo paisajes de colores vivos, algunos otros de colores pastel y hasta sobrios y a blanco y negro. Los observo todos...los repaso, los bendigo y aportó a cada uno un poquito de mí. Me siento en el sillón al igual que en la silla, en la hamaca y en la cama. Me transporto en bicicleta, en motocicleta, en autobús, así como en auto, barco y avión. Subo y bajo de forma inestable, unas veces subo y subo, otras bajo de más, a veces me equilibro, a veces me entorpezco y entonces es cuando tropiezo. Sin duda me levanto y una vez más vuelvo a caer y caer y caer. Y justo cuando pienso que no hay mayor profundidad, ésta aparece ante mí en forma de calamidad. Me estremezco, me acurruco, me abrazan, me dejo querer. Tomo la escalera y con un poco de ayuda vuelvo a subir. Subo hasta morder las nubes que no tienen sabor, saboreo el viento en las alturas, cierro los ojos y bailo, bailo al son de la armonía.
Hoy vivo la vida sólo como viene, y como viene la disfruto y la abrazo y, ..... la hago mía.